Desde hace unos años la realización de estudios predictivos vibroacústicos en edificaciones cercanas a infraestructuras es un requisito prácticamente indispensable para la obtención de licencias de obras. En cambio la realización de medidas de comprobación finales, independientemente de su prescripción o nivel de exigencia de las administraciones, en la práctica se realiza (caso de hacerse) como actuación de I+D a cargo de las ingenierías especializadas interesadas en el tema.
La experiencia de la metodología de auscultación por fases críticas, repartidas desde cimentación a la finalización de la obra, realizada en el edificio de P. Zona Franca 17 (como en otras obras relevantes), realizada durante un periodo de más de una año (encargada por SOLVIA, actualmente ANTEA), ha demostrado la utilidad de esta metodología, como comprobación de la bondad de la predicción (que ha resultado muy precisa, variaciones menores de 1 dB), como herramienta de I+D y garantía de calidad vibracional (aseguramiento de límites normativos y de confort planteados).
La realización de fases de auscultación, puede permitir medidas correctoras durante la ejecución de la obra, imposibles de implantar a la finalización de la misma.
Como elemento de control de ejecución de obra, debería hacerse un esfuerzo por parte de los entes implicados en los proyectos para sistematizar e incorporar este tipo de actuaciones en construcciones vecinas a infraestructuras emisoras de vibraciones.
Desde el punto de vista económico, ha permitido justificar el ahorro de implantación de costosas medidas preventivas de aislamiento estructural, que en esta edificación no han sido necesarias.