Desde hace un tiempo, las principales compañías de explotación de servicios ferroviarios (FGC, TMB, ADIF), exigen además de una prognosis de las vibraciones inducidas sobre edificaciones de nueva construcción, una evaluación de ruido en tramos abiertos exteriores próximos al trazado de la línea. Es un requisito habitual para la obtención de los pertinentes permisos para la realización de los nuevos proyectos de edificaciones.